Es justo decir que en líneas generales resulta legal y es permitido poseer o adquirir armas en California. Sin embargo, su posesión y uso se encuentra restringido o limitado por algunas normas que han sido dictadas por el propio Estado.

Bajo este escenario, si se determina que un sujeto viola las normas que regulan el hecho de hacer uso de un arma en California, es muy probable que sea sancionado por las autoridades penales, lo cual puede incluir tener que permanecer en la cárcel por un tiempo determinado, además de pagar multas que pueden ser muy cuantiosas.

Obtener la asesoría legal conveniente

Son muchas las normas que regulan la conducta que debe exhibir un sujeto que posee un arma, cuya regulación resulta ser muy compleja, con términos legales que a veces no son sencillos de entender si no somos especialistas. En el supuesto de que usted o un allegado cercano se encuentre enfrentando una acusación en Los Angeles, relacionada con una conducta que se considera violatoria de las normas que regulan la posesión y uso de armas en California, le recomendamos que se ponga en contacto de inmediato con Los Angeles Criminal Lawyer, porque esto puede colocarlo en una situación muy seria frente a una Corte.

Es posible, incluso, que usted no entienda muy bien los cargos de los que se le acusan, ni las consecuencias que puede tener una condena por este tipo de conductas, por ello necesita la asesoría legal que pueden darle los abogados criminalistas especializados que laboran en nuestra firma, para explicarle paso a paso todo el proceso, haciendo uso de las estrategias defensivas convenientes para evitar una grave acusación, e incluso una condena por esos hechos.

¿Hay armas y accesorios cuya posesión está prohibida en California?

Sí. De acuerdo con la ley que regula la posesión o tenencia de un arma de fuego en este Estado, hay varias armas y accesorios como municiones o dispositivos cuyo uso y porte se califica de ilegal. Para mencionar algunas, tenemos pistolas de cartera o de caña, contenedores o recipientes para camuflar un arma de fuego, rifles con cañón corto modificado o escopetas, entre muchas otras.

Otro tipo de armas y accesorios cuya posesión también está prohibida incluyen, entre otros, armas que se consideran de asalto y ametralladoras, por su gran peligrosidad; hebillas de cinturón con cuchillos ocultos, espadas ocultas en cañas o bastones y proyectiles con agentes expansivos o explosivos.

Nota: La regulación no sólo se limita a las armas, sino que también se prohíbe a determinados individuos poseer, portar o adquirir armas o sus municiones. Bajo este escenario podemos decir que la prohibición legal es de tipo subjetivo, como puede ser el caso de un sujeto que haya sido condenado por una felonía, o por delitos menores en cuya ejecución se hizo uso de armas de fuego. También a quienes una Corte de California les ha ordenado directamente no portar esta clase de armas dentro de las obligaciones impuestas en su libertad condicional. Otros individuos a quienes les está prohibido portar armas son aquellos que han sido restringidos por órdenes de restricción o protección judicial. Igual prohibición aplica para aquellos sujetos que sufren de una enfermedad mental y a los menores, en particular, si se les ha condenado en una Corte del Sistema Judicial Juvenil.

¿Existe una clasificación de los hechos punibles relacionados con armas en este Estado?

En California es donde existen unas regulaciones de las más restrictivas del país, en lo que a posesión, adquisición y porte de armas se refiere, que establecen gran diversidad de conductas que se consideran delictivas, pudiendo mencionar entre ellas:

  • Blandir o exhibir un arma
  • Descargar o accionar de forma negligente un arma
  • Portar armas de fuego cargadas en público
  • Portar armas de fuego ocultas

Blandir o exhibir un arma

De acuerdo con las leyes en California, blandir o exhibir armas de fuego es una conducta ilícita. Ya hemos dicho antes que las normas permiten a un individuo poseer armas de fuego u otro tipo de armas consideradas peligrosas, pero existen regulaciones concretas que determinan la forma en que se debe portar, exhibir o usar este tipo de armas.

Con el objetivo de que la Corte dicte una sentencia de condena por este tipo de conducta ilícita, la Fiscalía tiene que demostrar lo siguiente:

  • El procesado exhibió o blandió su arma de fuego o considerada mortal ante la presencia de otro sujeto,
  • El procesado usó la misma de manera amenazante, con enojo o de manera grosera, o
  • El procesado hizo uso de su arma en medio de una riña o pelea, y
  • El procesado no estaba actuando en su propia defensa o en la defensa de un tercero.

Con el objetivo de que pueda entenderse la forma en que se encuentran reguladas estas conductas ilícitas, vamos a explicarlas con mayor detalle.

Descargar o accionar de forma negligente un arma

Un procesado será declarado responsable por esta conducta ilegal si la Fiscalía logra demostrar la ocurrencia de estos hechos:

  • El procesado accionó el gatillo de un arma o pistola, lo cual incluye las de perdigones y las que usan aire comprimido,
  • El procesado accionó el gatillo de manera intencionada o deliberada, y que potencialmente ello podría tener como consecuencia la muerte o las lesiones de otro individuo,
  • Que tal conducta se ejecutó con negligencia grave, y
  • Que hubiera sido posible ocasionar la muerte o lesiones corporales a otro sujeto.

Esta regulación no se refiere únicamente a las armas que disparan balas o proyectiles por medio de la combustión, sino también cuando se acciona una pistola de perdigones o que usan aire comprimido. Las últimas se diferencian de un arma normal, en que el mecanismo de disparo se acciona por presión de gases, aire o por el uso de resortes.

Hay que tomar en consideración también que el procesado deliberadamente tuvo el propósito de accionar el gatillo, para lo cual se requiere demostrar que el sujeto conocía que su arma se encontraba cargada. Es común que ocurran tragedias accidentales, por causa de que un sujeto esté manipulando una pistola y piense de forma errónea que no se encuentra cargada.

Por lo que respecta al término negligencia grave, ello significa que la conducta exhibida es mayor que una negligencia normal. Este puede ser el caso de que un sujeto accione el gatillo de una pistola hacia el cielo en medio de una actividad pública o espectáculo al aire libre, en el que se encontraban presentes muchas personas. Una conducta de este tipo es la prueba de que el individuo desprecia totalmente la seguridad personal de otros sujetos. Ante una conducta de esta clase, aunque la posibilidad de que el proyectil o la bala hubiera impactado a otro, causándole lesiones, haya sido remota, la sola probabilidad de que ello sucediera, aunado a que el procesado accionó su arma en presencia de otros individuos a los cuales puso en riesgo, hace que tal conducta sea considerada como una negligencia grave.

Una situación totalmente diferente sería que un individuo acciona el gatillo de un arma en una zona descampada, totalmente desolada, en la que no se encuentra ningún otro sujeto.

Portar armas de fuego cargadas en público

Esta conducta se encuentra tipificada en el Código Penal, artículo 25850, y se considera un hecho ilícito el porte de armas de fuego cargadas en público, para lo cual hay que explicar qué se entiende por armas de fuego.

En este sentido, están definidas como cualquier objeto que podría ser empleado como arma, esto es, con el que se pueda disparar una munición o proyectil, a través de cañones que usan la combustión. Ahora bien, lo que conocemos como taser, que son las pistolas eléctricas, entran dentro de esta definición, pero quedan excluidas las pistolas que usan aire comprimido o perdigones.

Con el objetivo de que un Tribunal declare responsable al acusado por esta conducta ilegal, la Fiscalía tiene que demostrar los elementos constitutivos que mencionamos a continuación:

  • El procesado llevaba armas de fuego cargadas en su cuerpo o en su automóvil,
  • El procesado tenía conocimiento de que llevaba dicha arma, y
  • El procesado se encontraba en un sitio público, o en una avenida o calle pública en una sección incorporada de la ciudad, o en una sección no incorporada en la que resultara ilegal accionar armas de fuego.

Portar armas de fuego ocultas

Es cierto que un individuo puede tener un arma en su vivienda, y hasta es posible que pueda portar alguna en su cuerpo o en su automóvil, dependiendo de determinadas circunstancias, pero hay regulaciones restrictivas que deben cumplirse, porque de no hacerlo así, se entenderá que el sujeto ha violado las normas.

Para que un procesado sea condenado por este hecho punible, la Fiscalía tendrá que probar los siguientes elementos constitutivos:

  • El procesado llevaba ocultas armas de fuego en su cuerpo o en un automóvil,
  • El procesado tenía conocimiento de que dicha arma se encontraba en el automóvil o en su cuerpo, y
  • La referida arma se encontraba oculta a la vista de los demás.

Ahora bien, estos elementos que hemos mencionado carecen de valor si el individuo tenía el respectivo permiso o la licencia que le permite portar armas ocultas. Igualmente, hay que tomar en consideración que determinados sujetos se consideran exentos de las prohibiciones generales establecidas por las leyes sobre portar armas ocultas, como ocurre con los guardias de seguridad de las entidades bancarias, o los militares activos. No obstante, si un guardia de seguridad de una entidad bancaria porta un arma de fuego oculta en momentos que no forman parte de su horario laboral normal, la exención no es aplicable y por ello podría ser acusado de violar esta regulación.

¿Qué sanciones son las que se aplican por la ejecución de cualquiera de estas conductas ilegales relacionadas con armas de fuego?

En la sección anterior de este artículo, hemos explicado cuatro conductas que se consideran ilegales, a los efectos de las leyes que regulan el uso, porte, posesión y adquisición de armas de fuego, por lo que ahora explicaremos cuales son las sanciones que resultan aplicables a un individuo que sea declarado culpable por cada una de ellas.

Cuando un sujeto es acusado por blandir o exhibir un arma, hay que explicar que podría ser juzgado como un delito menor, pero también como wobbler, en cuyo caso la Fiscalía elegirá si el hecho punible es juzgado como felonía o como delito menor.

En el caso de que sea calificado directamente como delito menor, el castigo se encontrará entre los treinta días y los seis meses de cárcel. Pero si lo que se exhibió fue un arma de fuego, la pena de cárcel se fijará entre los tres meses y los seis meses.

No obstante, si un sujeto exhibe armas de fuego que pueden ser ocultadas, como un revólver de cartera, y lo hace en un sitio público, la pena de cárcel que se podría imponer puede encontrarse entre los tres meses y un año.

Finalmente, si el arma fue exhibida en terrenos de una guardería o preescolar, en el horario en el que normalmente trabajan, podría ser acusado de felonía o de delito menor.

En caso de que el procesado sea acusado de descargar o accionar de forma negligente armas de fuego, cuando se trata de pistolas de perdigones o accionadas por aire comprimido, se calificará como delito menor. No obstante, si lo empleado se trató de armas de fuego, este hecho punible se convierte en wobbler, así que la Fiscalía podrá decidir si la conducta es juzgada como felonía o como un delito menor.

Cuando la conducta es calificada como un delito menor, las penas con las que se castiga la misma son:

  • Prisión en una cárcel por el máximo de un año, y/o
  • Obligación de pagar una multa cuyo monto máximo es $1.000,00.

Pero si es calificada como una felonía, entonces la conducta será castigada con:

  • Prisión en una cárcel del condado por un máximo de tres años, y/o
  • Obligación de pagar una multa cuyo monto máximo es $10.000,00.

Ahora bien, el Tribunal puede determinar que la condena se convierta en un strike, conforme a lo establecido en la Ley de los Tres Delitos y Fuera. Esto quiere decir que, si el procesado comete en el futuro otra felonía, será condenado por el doble de las sanciones que se impongan normalmente por la conducta ilícita de que se trate; y en caso de que cometa su tercer strike, entonces el Tribunal lo sentenciará a una pena de veinticinco años a cadena perpetua.

Si la conducta desplegada por el procesado fue portar armas de fuego cargadas en público, normalmente, si no concurren a los hechos determinadas circunstancias, será juzgada como delito menor, en cuyo caso las penas que se pueden imponer al responsable son:

  • Prisión en una cárcel del condado por el máximo de un año, y/o
  • Obligación de pagar una multa cuyo monto máximo es $1.000,00.

Pero, como hemos afirmado antes, si concurren con los hechos determinadas circunstancias, este hecho punible puede convertirse en un wobbler, de manera que también podría ser procesado como una felonía, en caso de que existan evidencias de que el procesado no está registrado como el dueño del arma ante el Departamento de Justicia, o que haya sido condenado previamente por un hecho ilícito relacionado con narcóticos, o por delitos menores contra la propiedad o las personas, en cuyo caso, las penas que se pueden imponer si es calificado como felonía serán:

  • Prisión en una cárcel del condado por un máximo de tres años, y/o
  • Obligación de pagar una multa cuyo monto máximo es $1.000,00.

Ahora bien, bajo determinados escenarios, portar armas cargadas se considera de inmediato una felonía, como que el procesado ha sido condenado previamente por una felonía, o posee antecedentes por hechos punibles relacionados con armas de fuego, o que el arma usada fue robada, o que el procesado sea miembro activo de una pandilla criminal callejera, entre otras circunstancias.

Cuando este hecho ilícito es calificado directamente como una felonía por las causas antes enumeradas, las penas serán de:

  • Prisión en una cárcel del condado por un máximo de tres años, y/o
  • Obligación de pagar una multa cuyo monto máximo es $10.000,00.

Usualmente, portar armas de fuego ocultas sin tener el debido permiso para ello, se juzga como un delito menor, a menos que el procesado posea antecedentes criminales en los que se encuentren presentes condenas por crímenes de naturaleza violenta, que no haya prestado su colaboración a los oficiales policiales al instante en que fue detenido, o que se tengan evidencias de que el sujeto tenía el propósito de hacer uso del arma.

De modo que, dependiendo de determinadas circunstancias, la Fiscalía podría formular cargos por felonía o por un delito menor, quedando esto a su discreción.

En caso de que sea juzgado como delito menor, las penas que se pueden imponer son:

  • Prisión en una cárcel del condado por un máximo de seis meses, y/o
  • Obligación de pagar una multa cuyo monto máximo es $1.000,00.

Ahora bien, si la Fiscalía decide procesarlo como felonía, las penas que se pueden imponer son:

  • Prisión en una cárcel del condado por un máximo de tres años, y/o
  • Obligación de pagar una multa cuyo monto máximo es $10.000,00.

¿Qué actividades puede llevar a cabo el abogado criminalista en un juicio por este tipo de hechos punibles?

Siempre que el procesado haya contratado a un abogado especializado en este tipo de hechos ilícitos, normalmente realizarán actividades ante el Tribunal, relacionadas con el juicio, entre las que se encuentran:

  • Encontrar una sentencia alternativa, en caso de que la condena parezca inevitable.
  • Negociar con la Fiscalía para llegar a un arreglo que favorezca a su defendido, si ello es necesario, o tratar de que los cargos sean disminuidos o incluso desestimados, si existen argumentos legales para ello.
  • Hacer entrevistas a los individuos que estuvieron presentes cuando ocurrieron los hechos.
  • Recopilar evidencias a favor de su defendido.
  • Consignar las peticiones a que haya lugar ante el Tribunal que lleva el caso.

¿Existen argumentos defensivos de uso común frente a una acusación de este tipo?

Para toda acusación existen argumentos de defensa legales que pueden ser utilizados para impugnar cualquier cargo, pero no todas las líneas defensivas resultan apropiadas para todo tipo de acusación. De hecho, existen estrategias que son específicas para conductas delictivas concretas, o cuya utilización va a depender de que determinadas situaciones hayan concurrido con los hechos o que hayan ocurrido al momento de las investigaciones y la detención del acusado.

En función de lo que acabamos de explicar, es necesario que el procesado pueda contar con un abogado criminalista conocedor, que pueda hacer un examen de los hechos y sus características propias, lo que le permitirá poder elegir la línea defensiva que crea más conveniente para mejorar la situación judicial de su defendido.

No obstante, entre los argumentos de defensa que más se utilizan frente a este tipo de cargos, se encuentran:

  • Violación del procedimiento legalmente establecido, al no respetar los derechos constitucionales del procesado, como puede ser por causa de un procedimiento de incautación y registro ilegales.
  • Legítima defensa de sí mismo o de un tercero.

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Como hemos podido explicarle a lo largo de este artículo, son varias las conductas ilícitas que se relacionan con el porte o la posesión de armas de fuego, cuyas consecuencias pueden ser muy graves en Los Angeles, por lo tanto, si usted o un allegado está enfrentando cargos por alguno de los hechos ilícitos a los que hemos aludido, no vaya a pensar que se trata de un asunto sin importancia, porque los efectos de una condena de este tipo podrían afectar no sólo en el plano personal, sino también en el plano laboral y profesional, por adquirir unos antecedentes penales que lo van a estigmatizar.

Evite que esto ocurra contratando a los abogados profesionales con los que contamos en Los Angeles Criminal Lawyer, ya que cuentan con la experiencia necesaria para encontrar las estrategias convenientes de modo que la acusación sea disminuida y hasta desechada por el Tribunal.

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